jueves, 7 de octubre de 2010

Deformaciones de la Democracia

Es imprescindible que en nuestra Argentina, los que privilegiamos la democracia por sobre deformaciones que se van instalando dentro del sistema, nos dediquemos intensamente a instalar nuevamente en nuestra cultura y la de todos la necesidad de privilegiar la paz por sobre la violencia.

No podemos acostumbrarnos a soportar los métodos egoístas de quienes por un lado utilizan los dineros públicos para cooptar voluntades y por otro, métodos violentos para imponer sus pensamientos.

No es casual que quienes le obedecen al Kirchnerismo reciben fondos y quienes no se doblegaron a sus exigencias no tienen acceso a recursos del Estado.
Nadie desconoce que Hebe de Bonafini recibe millones de pesos del Kirchnerismo y paga estos favores con su discurso violento que incita a la violencia contra todos los que no les cabrestean a sus benefactores.

Ocurre lo mismo con organizaciones sociales que a lo largo y ancho del País reciben millones con lo que pueden movilizar a muchos argentinos (a quienes tienen cautivos de sus dádivas), para presionar en favor de los que les pagan, pero además les posibilitan que utilicen la prepotencia, la inmediación y el miedo para apretar a las autoridades provinciales y municipales legítimamente constituidas para obtener beneficios por encima de los que todos los argentinos reciben.
Constituyéndose en “gobiernos paralelos” que exigen ser consultados y en muchos casos obedecidos por los legítimos gobernantes, bajo la permanente amenaza de lograr sus objetivos por la fuerza amenazando y metiendo miedo.

Pero el remedio para estas deformaciones está en las propias instituciones.

Si los gobernantes logran superar el miedo y hacen cumplir las leyes , respaldan a la justicia y anteponen a esa violencia las fuerzas de seguridad, en muy poco tiempo los que incentivan a utilizar métodos ilegales y violentos se darán cuenta que es mejor respetar la ley que terminar condenados por las mismas leyes que hoy desprecian.